jueves, 26 de septiembre de 2013

Paroxismo:

"¿Quién ha robao' la primavera?" como diría Rulo, o ¿Quién destrozó mi vida? como pregunté yo ayer por la noche.
A lo peor fui yo misma, a lo mejor fueron ellos, o fue un efecto de causalidad de ambos. O una inocente conspiración. Todo muy contradictorio, como los hechos pasados.
Pero bueno, ¿Qué importa eso? ¿Importa a estas alturas? De vez en cuando me pongo a buscar culpables. Alguien a quien dar una patada en las noches en las que no puedo dormir, o no quiero (casi todas), no sé.
Creo que le he cogido el gusto a esto de estar en guardia, y a pesar de todo lo que hago por mí, creo que todavía no me quiero, de lo contrario, no me sometería a ciertas cosas, ¿o sí?
Estoy desconociéndome, me digo "adiós" todos los días, pero no "hola".

"Lo importante no es lo que han hecho con nosotros, sino lo que nosotros hacemos con lo que han hecho con nosotros." ¿No? Eso es lo que me dijo un día Sartre al oído. Acto seguido, le miré asombrada y le di un abrazo, como si hubiera abierto un agujero por el que entra la luz en mi pequeña ratonera. Lo hizo.
¿Quién cojones soy? ¿Qué hostias han hecho conmigo? ¿Y qué mierdas estoy haciendo yo con lo que han hecho conmigo?

En serio, me gustaría tener aquí a los culpables para meterles una patada. Puede que tuviera que darme una a mí bastante fuerte, por no decir la más -por eso de que no hago nada bueno con lo que han hecho conmigo, con estos restos que han dejado de mí-, pero en lugar de eso me miraría, acariciaría y tendería la mano.
A lo mejor, si confiase en alguien, empezando por mí, se me pasaba un poco este caos vital.
Sé que me daría un abrazo, y lo agradecería tanto que me pondría a llorar. A llorar sobre lo llorado, a llorar sobre mis últimos errores y a llorar sobre esta crisis. Pero no por mucho tiempo.
Lágrimas de desahogo serían, no de lástima. La lástima es para los victimistas.

Yo querría echar a correr y empezar a alcanzarme cuanto antes.



No hay comentarios:

Publicar un comentario