miércoles, 29 de octubre de 2014

Pequeños trocitos

-¿Así que me admiras, eh? Dios.
+¿Qué pasa?
-Eso es mucha responsabilidad, ahora no puedo ser mediocre.
+No podrías serlo aunque quisieras.
-Yo también te admiro a ti.
+Lo he notado.
-¿Ah sí? ¿En qué?
+En cómo me miras muchas veces, en cómo te bebes mis palabras cuando hablo. Se te nota en la cara.
-Una relación no tendría sentido si no hubiera un grado de admiración mutua. ¿Qué te aportaría el otro si no?
+No te haces una idea de lo muchísimo que me aportas.
Lo estás haciendo otra vez. Date cuenta de cómo me estás mirando.
-¿Crees que puedes decirme eso y que no pretenda besarte ahora mismo?
[...]
-Se está hundiendo el escaparate.
+Me da igual...

lunes, 27 de octubre de 2014

Ya no voy a ver a Marwan

Me duelo.
Ya no voy a conciertos de Marwan
por miedo a encontrarte entre el público
y no saber qué decirte
ni a dónde mirar
cuando cante esa canción
que te dediqué cuando le descubrí
como si de un tesoro se tratase
que quería enseñarte sólo a ti.

¿Qué coño voy a hacer 
si se pone a tocar esa canción
con la que follamos una y otra vez
llevándonos al orgasmo
sin dejar de mirarnos
y sentirla en la piel?

Me aterroriza sobre todo mi reacción
cuando pronuncie esas frases
que me hacían querer cantar contigo alto, muy alto
para que nos oyeran hasta los gatos,
o cuando hable del primer amor
y ya no nos mire
como lo hizo esa primera vez
cuando le conocimos.

Ya no voy a ver nunca más a Marwan
tocando su guitarra
como quería que tú me tocaras todas las noches
pero nunca llegaste a aprender.

Creo que no podría soportar
que se pusiera a tocar mi canción preferida,
esa que tantas veces intenté que sintieras como yo
pero que no supiste entender
"Yo sólo quiero" pero ya no contigo.

Ya no voy a verle
sobre todo
por miedo a que nos reconozca entre el público y nos diga:
"¿Veis? Tenía razón aunque me desafiasteis. 
El primer amor nunca es para siempre. 
No sabíais lo que hacíais aunque parecíais felices.
Lo siento mucho pero, os gané."

jueves, 23 de octubre de 2014

Te vi sonreirme bajo la lluvia

...y aquel día en el que perdí los nervios y me guiñaste un ojo como diciendo "ech, para. No pasa nada Sara. Vas a saber solucionarlo", y aquella vez que pensé que mi madre se moría, y aquella otra en la que tuve el peor día en el trabajo y rompí un plato y luego otro; y aquella tarde en la que perdí el autobús, y en esa otra en la que... 

23 de Octubre: De ésto aún no he hablado pero también llevo dentro que hoy hace seis meses desde que te fuiste a vivir a una estrella para cuidarnos mejor, y desde entonces no ha pasado ni un solo día sin que te haya visto sonreírme. Gracias por tus cuidados, 
para ti si que hay un "siempre" porque es imposible olvidar lo inmortal, Diego.


23 de Octubre

"Odio que hayas empezado una relación en esa fecha porque es mi cumpleaños, y ahora la adoras, pero cuando cortéis la vas a odiar y vas a estar triste el día de mi cumpleaños."

Menos mal que cuando aquella chica me dijo eso mi cara fue de perplejidad y no le hice más caso. No podía estar más equivocada.
El 23 de Octubre del 2010 nació algo, empezó la historia más bonita de mi vida, doy gracias a esa fecha, a esa historia, al pasado por pasarme a mí.
Si no hubiera tenido esa historia no sería la persona fuerte y sin miedos que soy ahora, no tendría esta confianza en mí para arreglar telarañas, no sabría que algunas cosas son más bonitas cuando están rotas. 
No habría amado, no habría aprendido, no habría vivido nada.

No voy a lamentarme por nada, todo lo contrario, cuan afortunada me siento de poder tener almacenados en mí todos esos recuerdos, todas esas emociones, todas esas travesías, risas furtivas, todos esos viajes aunque no nos moviéramos de la habitación, todos esos sentimientos, todo eso que las palabras no llegan alcanzar. Todo eso me ha quedado, y es infinitamente mucho más de lo que tenía antes de conocerle, así que gracias. Un gracias tampoco alcanza la magnitud de lo que debo, pero por algo hay que empezar.
Haber creado todo eso con él no me parece una mala manera de vivir, y así estuve sonriendo durante años.

Hoy no voy a escribir sobre cómo nos pudrimos, esa es otra historia. Los platos rotos sobre la mesa son evidentes, pero hoy no hay sitio para ellos. 

Hoy vengo a mimar lo bueno, que es lo que más sitio ocupa dentro de lo que guardo. 
Hoy vengo a recordarte, no con flores como se recuerda a los muertos. Hoy pequeña, te traigo azúcar y caminos inexplorados, me siento contigo a comer golosinas y te traigo paz. 
Hoy me enamoro del amor, del corazón con velas en el suelo, de los dos inocentes niños que nerviosos pero sin frío estaban a punto de darse la vida, estallar y escapar de todo lo que conocían.

Hoy me rindo ante el recuerdo de cuando aprendimos a sentir con la fuerza de ese niño que jugando al escondite encuentra el mejor sitio para refugiarse y cuando ya han pillado a todos sus amigos, corre, corre muy rápido y no mira atrás, corre como si no hubiera nada más importante que esa carrera y sus amigos, como una veloz gacela, para salvarlos. "Por mí y por todos mis compañeros" "Por mí y por ti, compañero de vida."
De esa valentía de héroe de parques es de la que hablo. Nos entendimos con ella, pocas veces me atrevía yo a salvarme antes de conocerte. Pocas veces te escondías tú cuando era yo la que te buscaba.

Aprendimos el lenguaje de los pingüinos cuando se abrazan y prometen que se van a cuidar aunque sólo vean todo ese hielo.

Esta historia no se merece otro recuerdo, y pido perdón si alguna vez en la osadía de mis cortantes pesadillas he tenido el descaro de intentar recordarla de otra manera, por muchas heridas que me hiciera. No, no se merece una vulgarización como si de cualquier otra simple y humana estuviéramos hablando.
Con esto me quedo, con todo lo bueno, que es de la única forma en la que merece ser recordada mi pequeña muerta de casi tres años.

lunes, 20 de octubre de 2014

La decisión está tomada

"Se fuerte y dispara si arden los sueños"

Estoy ansiosa por enfrentarme a esos papeles, pelearlos y meterme dentro. Que ganas tengo de rehacer mis horarios, instaurar la dictadura de la disciplina, repartirme el tiempo y volverme tan metódica como el puto Kant.

Ya he dado el paso, escupir el corazón en cada tema y exigirme la máxima nota, mi mayor preocupación de aquí a unos meses. Reventar los test y gastar lapiceros, bolígrafos y cuadernos.
Hace tiempo que dejé de ser una niña de mamá y siempre tengo quemaduras en las manos por haber aprendido a sacar las castañas del fuego, y me alegro.
Que la vida no me haya dejado optar por le camino fácil no es algo que me pese, al contrario, me motiva, me mantiene viva y me hace crecer.
Tú puedes quedarte en tu puto sofá quejándote del calor que hace o de que te aburres en verano sin una pretensión por la que mover el culo, poniéndote hasta arriba de cerveza los sábados y matando de tedio a los domingos, pero luego no me vengas a joder con el cuento de que le pido a la vida demasiado. Igual es que tú no tienes ni idea de lo que quieres porque nunca has tenido que ganarte nada y eso sí que es triste.

Por eso te equivocas, no le pido nada a la vida, porque no me lo debe, me lo gano yo.
Acomodarme no está entre mi vocabulario y fantasear con el destino que me puede tocar de aquí a un año es algo que me anima a seguir con esto, por muy difícil que parezca.

Esto es para mí, sin duda lo noto. Me pongo cachonda pensando en que probablemente éste sea el reto más difícil que me he propuesto y tengo ganas de superarlo. Ganas y fuerza porque me encuentro en sintonía con la vida, porque me encanta estar acostumbrada a lo difícil y, ¿para qué negarlo?
Porque me va la marcha.

miércoles, 15 de octubre de 2014

"Las chicas libro huelen a vainilla"

                                                                                        "¿Quién quiere una chica calculadora existiendo las chicas libro?"
Irene X.

Llego tres horas tarde y ella no está, no sé si la veré hoy.
Rápidamente miro su mesa y ahí están sus libros, la chica de los libros, siempre va con ellos.
Y yo deseando abrirle el pecho, para leer que es lo que esconde ahí adentro.

sábado, 4 de octubre de 2014

Hoy he vuelto a soñar contigo (06/09/2014)

Hoy me he permitido pasar la tarde soñando contigo como hace mucho que no lo hacía.
Ya casi se me olvidaba cuanto te deseo, te tenía como un sueño aletargado que algún día quizás despertase, pero no me metía en las entrañas de tus privilegios ni de tu precio, ni de lo mucho que cansa mental y físicamente el intentar llegar hasta ti.
He estado a punto de hacer una locura después de verte tan lejos: casi te abandono, casi me meto en otros caminos que me alejarían aún más de ti, casi te pierdo.
Pero hoy he vuelto a ser consciente de lo mucho que me vas a costar y se ha vuelto a prender el incendio. No sé si será porque realmente te quiero o por la estúpida cabezonería de querer conseguir lo que me propongo, el caso es que te quiero y quiero que formes parte de mi vida. Que no te olvido, que cada vez nos falta menos, cada vez me acerco más a ti aunque tú intentes alejarte,
y créeme cuando digo esto porque lo digo desde la firmeza que me ha dado el ir consiguiendo pequeñas metas a base de tropezones:
te voy a pillar, y cuando lo haga querida mía, lo único que vas a desear es que te hubiera cogido antes.