miércoles, 30 de abril de 2014

Hoy nos hemos reído, todos juntos, muy fuerte.
Algo que pensábamos que ya no volveríamos hacer después de aquel miércoles. Hoy nos hemos reído, y ha sido gracias a tus historias, ha sido gracias a ti, ha sido contigo.
Gracias Diego, siempre.

domingo, 27 de abril de 2014

Todo lo demás no importa, de repente todo se ha derruído.

Todavía no sé que decir de todo esto. Miércoles, han pasado cuatro días y sigo moviendo de un lado a otro la cabeza, negando, diciéndome que es imposible, que es mentira. Luego veo el dolor de tu hermana, de tus padres, veo a Álex y a Gonzalo derrumbados, veo a todo el mundo dando abrazos, palabras de consuelo, pañuelos, lágrimas, puñetazos, miradas perdidas, rabia... y toda la información sigue entrando por mis ojos pero mi cabeza me dice que no es real.
Veinte años, vuelve. Tienes que hacerlo, no dejo de pedírtelo, vuelve que estamos perdidos, vuelve y di algo, vuelve y míranos. Diego vuelve, que no te has ido.
Cuánto necesitamos en estos momentos una de tus ingeniosas frases, cuánto necesitamos que nos guíes.
Todo se hunde sin ti, no te haces una idea de toda la gente a la que has marcado. No sé expresar lo mucho que me alegro de que me hayas dejado tu huella.
Supongo que pedirte que vuelvas es una tontería porque no te has ido, ¿verdad? Sigues con nosotros aunque no te veamos, sigues encontrando Mercadonas cada vez que te pierdes, sigues hablando con Álex, sigues escuchando a Gonzalo, sigues poniendo cara extraña cada vez que me da un impulso y te abrazo, pero sigues devolviéndome el abrazo. Sigues aprendiendo de tus padres, sigues mirándolos, sigues cuidando de Anabel. Sigues.
Sigues porque estás más vivo que nunca en nosotros, porque todos hemos aprendido algo de ti, a todos nos has enseñado. Y en cada gesto de saber estar, de amabilidad y cordialidad sin fronteras, de cercanía y eterno respeto por todo que yo muestre, allí estarás, porque eso es sólo una pequeña parte de lo que me has enseñado, y ya está grabado en mí, como tú.
Eres un ejemplo de fortaleza, y ya te admiraba antes, pero ahora, con todas las historias que todos los que te quieren me están contando de ti, te admiro más, porque me sigues enseñando Diego, muchas gracias.

Me acuerdo del día en que me dejaste flipada cuando te pusiste a hablar con unos ingleses sobre la historia de Inglaterra y su división geográfica, a ellos también los impresionaste, te dijeron "tienes muchos conocimientos, casi nadie sabe eso", recuerdo que pensé de ti maravillas, pero no te lo dije, en lugar de eso me coloqué a tu lado para seguir escuchándote, aprender y no perderme nada.
Agradezco tanto a Álex que nos presentase.

Podría hablarte del 'Bang' y de los buenos ratos jugando, pero eso es algo que ya lleva tu marca y no hace falta dar muchas explicaciones de por qué. Ninguno de nosotros volverá a pensar en ese juego sin relacionarlo inmediatamente contigo. Cómo nos enganchaste a todos, cómo te emocionaba jugar, cómo te enfurruñabas cuando la gente no jugaba en serio.
Como me explicabas con paciencia lo que significaba cada carta incluso cuando ya me la habías explicado antes, y no me acordaba. Y como me decías cual era la mejor estrategia que podía hacer con mis cartas incluso aunque te perjudicase a ti. Otro gesto más de honra, honra y Diego, son palabras hermanadas por ti.

No te voy a olvidar Diego, no creo que nadie lo haga, cada vez que quedemos vas a estar, lo sé.
Cuídanos a todos, y ármate de paciencia porque cuando te vuelva a ver no te voy a soltar, te voy a dar el abrazo más grande del mundo y te voy a hacer cuarenta millones de preguntas.
Y todavía me debes una partida de Mario Kart, esa que hablamos el último domingo, no se me olvida, eh.
Te quiero.
Siempre con nosotros, siempre Diego.

viernes, 18 de abril de 2014

Criatura de la noche, bella bestia, hombre lobo entre la niebla. Poeta borracho, torturado, humanista y guerrero. En tus ojos un niño. Deambulas entre la bruma pero arrojas luz en mi desorden.
No lo dices pero me quieres, lo sé porque me cuidas. Escribes cartas que luego no envías. Hombre lobo, poeta de antro báilale a la luna y aúlla conmigo esta canción. Piérdeme entre los bosques, no me busques. Estoy contigo.