lunes, 20 de octubre de 2014

La decisión está tomada

"Se fuerte y dispara si arden los sueños"

Estoy ansiosa por enfrentarme a esos papeles, pelearlos y meterme dentro. Que ganas tengo de rehacer mis horarios, instaurar la dictadura de la disciplina, repartirme el tiempo y volverme tan metódica como el puto Kant.

Ya he dado el paso, escupir el corazón en cada tema y exigirme la máxima nota, mi mayor preocupación de aquí a unos meses. Reventar los test y gastar lapiceros, bolígrafos y cuadernos.
Hace tiempo que dejé de ser una niña de mamá y siempre tengo quemaduras en las manos por haber aprendido a sacar las castañas del fuego, y me alegro.
Que la vida no me haya dejado optar por le camino fácil no es algo que me pese, al contrario, me motiva, me mantiene viva y me hace crecer.
Tú puedes quedarte en tu puto sofá quejándote del calor que hace o de que te aburres en verano sin una pretensión por la que mover el culo, poniéndote hasta arriba de cerveza los sábados y matando de tedio a los domingos, pero luego no me vengas a joder con el cuento de que le pido a la vida demasiado. Igual es que tú no tienes ni idea de lo que quieres porque nunca has tenido que ganarte nada y eso sí que es triste.

Por eso te equivocas, no le pido nada a la vida, porque no me lo debe, me lo gano yo.
Acomodarme no está entre mi vocabulario y fantasear con el destino que me puede tocar de aquí a un año es algo que me anima a seguir con esto, por muy difícil que parezca.

Esto es para mí, sin duda lo noto. Me pongo cachonda pensando en que probablemente éste sea el reto más difícil que me he propuesto y tengo ganas de superarlo. Ganas y fuerza porque me encuentro en sintonía con la vida, porque me encanta estar acostumbrada a lo difícil y, ¿para qué negarlo?
Porque me va la marcha.

No hay comentarios:

Publicar un comentario