jueves, 16 de abril de 2015

Turista de mí.

Supongo que los ojos no me duelen por las lentillas
supongo que la cabeza no me duele por el cansancio.
Supongo que esta invasión de vacío
nada tiene que ver con el hecho de sentirme sola,
supongo que esta sensación de llama frágil
nada tiene que ver con el sentimiento de fracaso constante.
Supongo que tampoco es porque tú no estés aquí,
ni yo tampoco.

Supongo que me he perdido
una vez, y otra, y otra.

Supongo que me cobro caro los días en los que me alojo fuera de mí
supongo que por eso siempre estoy en bancarrota.
En este país no tengo casa, ni gato, ni parque, ni juegos
en este país tengo fobias y se me cae la boca cada vez que intento sonreír.

Supongo que es por la fecha
o porque no encuentro a nadie
o porque no me encuentro
o porque no te encuentro pero sé que estás.

En mis cejas ya se pueden vez zonas cero
pero vosotros no tenéis ni idea de las veces que me destruyo por minuto.

Supongo que es por mí
porque aún no he aprendido a llevarme
porque se me ha olvidado abrazarme
lógico, si recuerdo que llevaba tiempo sin tener que hacerlo.

Supongo, pero nunca sé.

Supongo que te echo de menos a ti,
y a él, y a mí, y a ellos, y a todos, y a nadie
porque nadie sabe nunca quien llora
porque se les da mejor ignorar o no pensar,
o mantenerse ocupados para no partirse el pecho
o salir a bailar y ponerse hasta arriba de mierda.
A mí lo que se me dio bien siempre fue llorar.

Me he perdido y no me encuentro,
tampoco me busco
sólo estoy en algún rincón de ninguna jaula de peces
esperando a que me encuentres.

A ver si apareces,
a ver si me sacas del caos
porque no tengo cojones para abrir los ojos y hacerlo yo.

Supongo que el cielo está así por algo.
Supongo que no me voy a encontrar así
(aunque no me esté buscando).

Supongo que esto es una mierda.
Supongo que es abril.

No hay comentarios:

Publicar un comentario